Comunicados de Prensa
Gayosso comparte: La importancia de cuidar la salud emocional
Ciudad de México, a 21 de septiembre de 2021 – Grupo Gayosso, empresa líder en la prestación de servicios funerarios en México, a través de su plataforma Vida y Bienestar, comparte información en su blog realizado por su grupo de especialistas en tanatología sobre temas y aspectos relevantes para la salud emocional. En esta ocasión los especialistas desarrollaron información sobre la importancia de cuidar la salud emocional.
La experiencia del duelo es más cotidiana de lo que creemos, porque experimentamos muchas pérdidas de distintos tipos que, a veces, no valoramos como tales. No solo duelen las grandes pérdidas, como la muerte de un ser querido, la salud o un trabajo, sino la pérdida de cosas más sencillas y queridas, como una amistad, un bien material, un libro o la vida que se tenía antes de la pandemia del COVID-19.
Reconocer esto, ayuda a responder a la pregunta ¿Por qué es importante cuidar la salud emocional?
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud emocional es un “estado de ánimo en el cual la persona se da cuenta de sus propias aptitudes, puede afrontar las presiones normales de la vida, puede trabajar productiva y fructíferamente, y es capaz de hacer una contribución a la comunidad”.
Estar emocionalmente sanos no significa la ausencia de crisis o momentos difíciles, ni sentirnos bien todo el tiempo. La diferencia es que las personas con buena salud emocional tienen una gran capacidad para recuperarse de la adversidad, de los golpes de la vida y de los momentos de estrés. Esta capacidad se denomina resiliencia.
Las emociones no son ni malas, ni buenas, ni negativas o positivas, simplemente son: cuando las etiquetamos así nos sentimos mal por sentirnos mal y eso nos limita, nos bloquea, nos frena. Más bien hay que decir que son agradables o desagradables, esto es, no es agradable sentir miedo, enojo, tristeza, sin embargo es necesario sentirlos, pues eso abona a nuestra salud emocional.
Por otro lado, en nuestra sociedad todavía se relaciona el sentirse triste como una señal de debilidad o de fragilidad cuando es todo lo contrario, sentirse triste y reconocerlo puede ser muy positivo para ubicar de dónde viene esa tristeza y qué necesidad está detrás de ella para atenderla. La tristeza es una emoción básica, adaptativa, necesaria y generalmente surge como respuesta a alguna situación en la vida y viene con un mensaje, es decir, nos quiere decir algo. Así la tristeza puede ayudar a sanar mientras se transita por un tiempo difícil como pueden ser las pérdidas o las crisis. Lo mismo sucede con el miedo, el enojo, el dolor o la culpa. El camino para sanar consiste en sentir la fuerza de nuestras emociones, no hay otro camino. Sin salud emocional, no hay salud.
El duelo duele, por ello se sugiere realizar algunos ejercicios para atender la salud emocional en tiempos de duelo. Reconocer lo que se está sintiendo, ponerle nombre y permitirle sentir. “Esto que siento ¡es tristeza, miedo, enojo…y está bien sentirlo, es válido!” Preguntarse qué dice de lo que se está viviendo, esto que se puede sentir, es decir, qué aspecto se necesita escuchar, atender, resolver de cada uno, el escribirla emoción ayuda mucho pues permite desahogarse, tomar distancia de lo que se siente y pensar con más claridad.
Darse momentos para vivir el duelo, escoger un momento del día para sentirlo y trabajarlo, darse la oportunidad de pensar en el ser querido con mucho amor, y luego continuar realizando las actividades cotidianas de tipo laboral, familiar, de descanso.
Expresarse con personas con las que se llegue a tener una cercanía afectiva y saber que no hay porque juzgar o aconsejar o regañar por lo que se siente. Contar con un círculo de apoyo integrado por personas cercanas y de confianza con las que se pueda acudir en busca de aliento y apoyo, aumentará la capacidad de recuperación en tiempos difíciles y podrá hacernos sentir que no se está solo en este proceso.
Reconocer lo bueno que sí hay en la vida, en estos momentos difíciles aún hay vida, hay personas que sienten aprecio y se preocupan, poder comer, bañarse, trabajar. Ver lo bueno que hay en la vida ayuda a equilibrar la mirada, a abrir la mente que en los momentos oscuros tienden a centrarse sólo en lo negativo, en lo que falta, en lo que duele. El autocuidado es fundamental pues estar en duelo requiere energía y valor. Cuida de tu salud física, de tu descanso y de tu alimentación. Somos un todo y la salud es integral, cada aspecto suma y es importante, y puede tener un efecto muy positivo en tu estado de ánimo.
Vivir el momento presente, al propio ritmo. Este tiempo requiere de mucha paciencia y comprensión de cada uno. Evitar presionar o forzar este proceso que se va dando poco a poco, de tal manera que en la medida que se vaya recuperando, tratar de comenzar a reorganizar la vida, el futuro y los proyectos. Seguir con la vida es una forma de honrar la vida de quien se ha ido, celebrando su vida y recordando con gratitud la relación que que se tuvo con ese ser querido que se partió.
Es recomendable buscar apoyo profesional de tipo tanatológico, si es que se quiere trabajar en algún aspecto con el ser querido que ha fallecido. Algo muy importante es poner atención a señales de alerta de desequilibrio de la salud emocional que puedan surgir, pues a veces, el dolor por la pérdida puede afectar la capacidad de vivir una vida saludable, manifestándose como una tristeza o culpa o enojo, etc., que no se van, que en vez de irse transformando se van haciendo cada vez más grandes y van impidiendo realizar actividades cotidianas normales, como ir a trabajar, mantener la casa limpia y en orden o cuidar la apariencia y alimentación.
Otras señales de desequilibrio de la salud emocional, pueden ser el aislamiento o el alejamiento de personas importantes. La sensación de que no vale la pena, ni tiene sentido continuar con la vida o incluso pensar en la posibilidad de ponerse en situaciones de peligro, lastimarse o incluso en quitarse la vida. Aquí se habla de una depresión mayor. En caso de sentirse así, y se tienen dificultades con el dolor, no saber qué hacer con la tristeza, la culpa o el enojo y sentirse que podría estar deprimida/o, es importante saber que no se está solo. Este momento es una buena oportunidad para atenderse, que la ayuda está disponible, buscarla, pedirla a la familia, a las amistades. Sentirse mal está bien y pedir ayuda no es señal de debilidad, sino de fortaleza. A propósito del día mundial para prevenir el suicidio que se conmemora el 10 de Septiembre, es recomendable, en caso de tener los pensamientos de suicicio, llamar a la Línea de la Vida al 800 911 2000 de la Secretaría de Salud, donde se puede recibir apoyo emocional y orientación.
“Recordar que siempre hay alternativas, incluso en los momentos más oscuros. Un día mirarás hacia atrás y verás en retrospectiva todo lo que pasaste, lo que sufriste, lo que lloraste y descubrirás que hoy te sientes diferente, que un cambio muy profundo sucedió en ti, que hoy valoras más la vida y a las personas que te rodean, y es entonces cuando descubrirás el sentido de la experiencia vivida, y la harás memorable, incluso queriéndola compartir con otras personas y caerás en la cuenta de que el amor es más, mucho más grande que la muerte”, comentó Antonio Talavera, colaborador del programa de Tanatología en Grupo Gayosso.