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Sin igualdad de género hoy, no podremos tener un mañana sostenible e igualitario

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En el Día Internacional de la Mujer, Naciones Unidas hace un llamado a generar iniciativas para que las mujeres y las niñas estén en el centro de la recuperación sostenible ante la crisis climática y ambiental que enfrentamos. 

Ciudad de México a 08 de marzo de 2022.- La desigualdad de género, unida a las crisis climática y ambiental, es uno de los mayores desafíos para el desarrollo sostenible. En el 2030, se prevé que los desastres relacionados con el clima empujarán a 100 millones de personas más a la pobreza extrema[1] afectando en mayor medida a mujeres y niñas, y en particular a las mujeres rurales, indígenas y en situación de movilidad.

La pandemia por Covid-19 puso de manifiesto tres crisis interrelacionadas que no permiten alcanzar la igualdad de género y amenazan la supervivencia de las personas y del planeta: la crisis del empleo, la de los cuidados y la del clima. A su vez, estas crisis profundizan las desigualdades de género ya existentes y agravan las formas interrelacionadas de discriminación.

En el a Internacional de la Mujer, bajo el lema “Igualdad de género hoy para un mañana sostenible”, Naciones Unidas hace un llamado a generar iniciativas para que las mujeres y las niñas en toda su diversidad estén en el centro de la recuperación sostenible. 

La contribución y el liderazgo de las mujeres y las niñas en los esfuerzos de respuesta, mitigación y adaptación al cambio climático, así como en el trabajo de cuidado, defensa del territorio y del patrimonio natural son fundamentales para construir un mañana más sostenible para todas las personas. Ellas son líderes eficaces y poderosas, muchas de ellas indígenas, quienes impulsan acciones a favor de la conservación y gobernanza del medio ambiente, la transmisión de saberes y conocimientos tradicionales de cuidado de la naturaleza.  Su participación contribuye a responder de manera más efectiva a la crisis climática y a la gestión sostenible e inclusiva de los recursos naturales.

La experiencia demuestra que cuando hay una mayor representación de las mujeres en los parlamentos e instituciones responsables del cambio climático y medio ambiente, los países adoptan políticas más efectivas en la materia.  Por ello, es necesario integrar la perspectiva de género en políticas y programas relacionadas al cambio climático, medio ambiente, reducción de riesgos de desastre y la cultura como elemento clave del desarrollo sostenible, así como promover la participación significativa, informada y efectiva de mujeres en los procesos de toma de decisiones.

Hoy, con la implementación del Acuerdo de Escazú, México tiene una oportunidad única para generar estos procesos participativos y de cuidado del trabajo de las mujeres defensoras del medio ambiente y territorio que siguen siendo sujetas de estigmatización y violencia por su labor.

Es urgente generar evidencias y mejorar la producción de estadísticas con enfoque de género, incluyendo la desagregación de los datos por género y edad, discapacidad, orientación sexual e identidad de género, situación migratoria, entre otras, que permitan medir el impacto del cambio climático y la degradación del ambiente en las mujeres, las adolescentes y las niñas. Esto sería la base para el diseño de estrategias que fortalezcan la resiliencia de las mujeres y sus comunidades, así como de financiamiento que incorpore la perspectiva de género bajo el principio de “no dejar a nadie atrás”. A su vez, estas estrategias deben contar y asegurar la participación de las organizaciones feministas y de mujeres que desempeñan un papel clave en la conservación del medio ambiente y la biodiversidad, la reducción del riesgo de desastres y la defensa de los derechos de todas las mujeres y las niñas.

ONU México invita a seguir trabajando por un mañana en el que logremos la autonomía física, política y económica, y los derechos humanos de las mujeres, las adolescentes y las niñas, en toda su diversidad. La construcción de sociedades más justas e igualitarias nos brindará mejores condiciones para hacer frente a los desafíos presentes y futuros. Sin igualdad de género hoy, no es viable un mañana sostenible e igualitario. 

[1] Hallegatte et al., Unbreakable: Building the Resilience of the Poor in the Face of Natural Disasters. The World Bank, 2016.

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