Finanzas
Microsoft invierte mil millones de dólares en Open AI.
La inteligencia artificial es un tren en el que es obligatorio subirse si se trabaja con tecnología, con datos y con decisiones. Microsoft lo tiene claro, e invierte ahora mil millones de dólares en Open AI.
Las dos empresas trabajarán ahora juntas en inteligencia artificial y otras tecnologías en la infraestructura de computación en nube Azure de Microsoft.
Open AI comenzó como una ONG en 2015 con mil millones en fondos de importantes inversionistas de Silicon Valley como Peter Thiel, Sam Altman, Reid Hoffman y más. Durante 2019 fundó otra entidad con fines de lucro para poder atraer inversiones externas, siempre con el mismo objetivo, crear soluciones de Inteligencia Artificial. Hasta ahora se han concentrado en las implicaciones y la seguridad de la inteligencia artificial.
En su web dicen:
La misión de OpenAI es garantizar que la inteligencia general artificial beneficie a toda la humanidad. Somos un equipo de cien personas con sede en San Francisco, California. La Carta de OpenAI describe los principios que nos guían a medida que ejecutamos nuestra misión.
Con el dinero de Microsoft trabajarán ahora en soluciones que permitan que un ordenador domine un tema incluso mejor que los mejores humanos. Creen que es fundamental que la AGI (Inteligencia General Artificial, también conocida como IA Fuerte) se implemente de manera segura y que sus beneficios económicos se distribuyan ampliamente, y comenzarán a aplicar todo el conocimiento en la nube Azure de Microsoft. En su carta de principios dicen bien claro que lo harán pensando en el bien de todos:
Nos comprometemos a utilizar cualquier influencia que obtengamos sobre el despliegue de AGI para asegurarnos de que se use en beneficio de todos, y para evitar los usos habilitados de IA o AGI que dañen a la humanidad o concentren indebidamente el poder.
Esta IA fuerte siempre ha sido asociada en la ciencia ficción como la habilidad que permitirá a los robots tener cualidades humanas, como la conciencia, la sensibilidad, la sapiencia y el autoconocimiento, y ahora hay mil millones de dólares que ayudarán a que la ciencia ficción no sea ficción.