Finanzas
¿Puede la regulación de las tecnologías blockchain ser un arma de doble filo?
De un tiempo a esta parte, aquellos asuntos del bitcoin, blockchain y criptomonedas han dejado de considerarse algo de “vendedores de humo” o experimentos que no llegasen a ninguna parte.
Hoy por hoy es una realidad, algo completamente nuevo con expresiones tales como “ minar ” una moneda desde nuestro ordenador o guardarla en un pendrive que si perdemos, será el fin de la
riqueza guardada en él. Lo hemos visto en series como Silicon Valley o StartUp, y sabemos que la realidad supera la ficción. Tanto como para que haya tenido lugar, hace sólo unos días, la AONON
Blockchain Summit en Viena para debatir la participación de los diferentes gobiernos en estas nuevas estructuras económicas, y el debate no ha podido ser más agitado: ¿está bien o está mal,
regular o controlar estas tecnologías? ¿Es realmente necesario o tal vez rompe radicalmente con su esencia? Por lo pronto, si se quiere regular, lo primero es comprenderlo en profundidad.
Aparte de que hoy por hoy hay un elevado porcentaje de personas que no alcanzan a comprender el funcionamiento o las posibilidades que ofrece esta moneda descentralizada y este sistema de
pagos no asociado a los valores de las monedas tradicionales – papel moneda, se habló mucho en este evento de que Europa tiene la tendencia a regular excesivamente las nuevas iniciativas,
hasta el punto de llegar a impedir accidentalmente su desarrollo. En las conferencias se culpó este afán de control de que hoy por hoy no haya ninguna empresa europea en el Top 10 de las más
importantes del mundo. Ante las diferencias de opiniones basadas en el mal uso que criptomonedas y tecnologías blockchain para fraude, lavado de dinero y otros tipos de ciberdelincuencia, se matizó que tal vez no es la tecnología lo que deba regularse sino las penas por delitos de este tipo, aun nuevos como para haber generado jurisprudencia.
Es innegable que la tecnología ya está lo suficientemente enraizada como para hacerla desaparecer o establecer ciertos límites de manera repentina. Un ejemplo lo tenemos en que ya existe una primera lotería en bitcoin, lanzada por Lotoland , o que algunas apps que recompensan por consecución de objetivos lo hacen en su propia moneda, como es el caso de Sweatcoin. Algunos proyectos de kickstarter admiten financiación también por este tipo de vía. Sin duda el debate dará para algunas convenciones más.